Claves del informe:
El crecimiento interanual que registró la demanda laboral en el tercer trimestre es una reafirmación del proceso de recuperación que comenzó en agosto de 2016, acompañando la reactivación de la economía del país.
Actualmente la demanda se encuentra a un nivel muy similar al de un año atrás. Esto nos permite hablar de una relativa estabilidad a pesar de todas las variaciones que se registraron. Exceptuando los picos de marzo y abril, la demanda se mantuvo en el entorno de las 1.200 vacantes por mes en el último año. (Ver gráfica 1).
Si consideramos la diferencia con respecto a 2016, vemos que hay una evolución favorable: en el transcurso del año, se estableció una tendencia positiva, de recuperación de la demanda laboral. Los registros de marzo, junio y agosto constituyeron importantes impulsos en tal sentido. En setiembre la demanda creció menos (2,6%) pero fue la cuarta vez este año en que superó los valores de 2016. (Ver gráfica 2).
Consideraciones del contexto:
La recuperación de la demanda laboral se produjo en un contexto positivo de los principales factores que inciden en el mercado de trabajo.
Economía nacional. Creció un 2,8% interanual en el segundo trimestre, con un desempeño positivo de la mayoría de los sectores de actividad. Para el cierre del año se proyecta un crecimiento económico que ronda el 3%, lo cual duplicará la cifra que se alcanzó en 2016.
Empleo y desempleo. Los datos más recientes comprobaron una disminución de la tasa de desempleo y aumento de la tasa de empleo, siendo la primera vez este año en que ambos indicadores tuvieron un resultado interanual positivo de manera simultánea.
Inflación. Pasó de su valor más alto de la última década (11%) a su valor más bajo de la última década (5,24%), cambiando radicalmente el contexto de las negociaciones salariales.
Salario Real. Tuvo una recuperación cercana al 4%.
Por otra parte:
Conflictividad. Los salarios fueron el principal objeto de reclamo de los trabajadores en un 56% de los conflictos que se produjeron en la primera mitad de 2017, y la conflictividad fue un 40% mayor a la del mismo período de 2016.
Pérdida de competitividad. El crecimiento del Salario Real se produjo por encima del crecimiento del nivel de actividad, y más aún de la competitividad, que cayó este año.
En conclusión, los avances que se registraron en la demanda laboral, así como en los indicadores de empleo y la actividad económica en su conjunto, fueron importantes, pero también lo son los desafíos que se presentan.
Una interacción saludable entre los distintos actores del mercado laboral será clave para que el crecimiento económico se traduzca efectivamente en una mayor creación de empleo, y en empleos de calidad para todos.
Demanda laboral por áreas de actividad
Comercial y Ventas. La demanda de puestos de ventas y asociados a la función comercial aumentó un 13,7% en el segundo trimestre de 2017 con respecto al mismo trimestre de 2016. Esto se correlaciona positivamente con el desempeño que tuvo el sector comercial en la economía del país, y a su vez con el consumo privado, que fue el principal impulsor de la actividad económica en toda la primera mitad del año y cuyas expectativas mejoraron.
Hotelería, Gastronomía y Turismo. En el tercer trimestre de este año, la demanda fue un 7,4% mayor con respecto al mismo período de 2016. Se observa un proceso de recuperación que comenzó con la excepcional temporada turística que se registró en el verano, pero continuó gracias al buen desempeño que mantuvo el sector en los meses siguientes, con las distintas ocasiones de vacaciones y las diversas modalidades de turismo. En el tercer trimestre, puntualmente, se destacó el mes de setiembre, cuando las vacaciones de primavera impulsaron un crecimiento de 30,5% en la demanda en comparación al mismo mes del año pasado.
Industria. La demanda de trabajadores para ocupar puestos en fábricas y talleres de producción tuvo una caída interanual de 1,1% en el tercer trimestre.
A pesar de lo negativo, este registro constituye un dato alentador en la perspectiva de largo plazo, en la que se nota una significativa moderación de las caídas registradas con respecto a períodos anteriores. Los últimos tres meses de 2017 serán claves para saber si, a pesar de las disparidades existentes entre los sectores de producción, podemos hablar de una recuperación de la demanda laboral en la Industria.